El hombre que llevó a la bancarrota a Atlantic City

Como resultado de esta experiencia, los casinos de Atlantic City y de todo el mundo revisaron sus políticas para jugadores de altas apuestas. Muchos eliminaron o redujeron significativamente los descuentos en pérdidas y endurecieron las reglas del juego para los grandes apostadores. El blackjack es el juego de cartas de referencia de los casinos junto al póker.

La leyenda cuenta que Johnson se enfrentó a los casinos de Atlantic City sin hacer ningún tipo de trampa, sin contar cartas, ni nada parecido. Don impuso su templanza y su sangre fría a la de los crupieres, atenazados por la responsabilidad de repartir cartas con una cantidad inimaginable de dinero sobre la mesa. Además, se hizo rodear de bellas y joviales señoritas, que ayudaban a aligerar el ambiente de la mesa y relativizar el calibre del butrón que les estaba haciendo a los casinos. Existe un debate sobre si las acciones de Johnson deben considerarse una explotación de las debilidades de los casinos o simplemente una demostración excepcional de habilidad y estrategia. Este debate toca cuestiones fundamentales sobre la naturaleza del juego y la relación entre los casinos y los jugadores.

El hombre que llevó a la bancarrota a Atlantic City

Ya que estaba visto como uno de los más inteligentes y astutos en los, Johnson y él habían hablado de trabajar juntos. Se puede decir que esa gran victoria puso a Johnson el primero de la cola. Johnson miró la bandeja de fichas, llena de tiques de mucho valor. A espera…esta noticia es pa’ venderte el Marca CANSINO… Pero desde el punto de vista del casino, esto es hacer trampa y lo reconocen muy rápidamente.

Impacto de la crisis financiera de 2008

  • Todas sus acciones estaban dentro de los límites legales y las reglas establecidas por los casinos.
  • En 2012, el periodista Mark Bowden de The Atlantic contó la historia del apostador estadounidense Don Johnson, quien ganó más de $15 millones en blackjack en tres casinos de Atlantic City en poco tiempo.
  • Sabía que se terminaría tarde o temprano, pero quería resistir hasta el final”.
  • A finales de 2010, los propios casinos se pusieron en contacto con Don Johnson.
  • Los grandes apostadores en el casino se valoran mucho más que los visitantes comunes.
  • Cuando los casinos llegaron a un punto de desesperación, Johnson simplemente aprovechó la oportunidad.

Esto ha creado un entorno de juego más equilibrado y ha impulsado innovaciones en tecnología y estrategias de marketing. Antes de su famosa racha ganadora, Johnson había trabajado en la industria de las carreras de caballos, donde desarrolló sofisticados programas de software para analizar las apuestas. Esta experiencia le proporcionó una base sólida en matemáticas y probabilidades, habilidades que más tarde aplicaría con gran éxito en las mesas de blackjack. A medida que los ingresos por los juegos de mesa disminuyeron y el número de grandes jugadores disminuyó, los casinos comenzaron a competir agresivamente por aquellos que estaban dispuestos a gastar grandes sumas. Durante este tiempo, el destino del casino (si terminarían obteniendo ganancias o pérdidas ese mes, e incluso si podían comenzar un juego) dependía de un gran apostador y de si era su "día de mala suerte".

MARCA Casino / Una historia de pel�cula

Johnson se dio cuenta de que no tenía nada más que hacer en Borgata y simplemente dejó de aparecer allí. Cuando lo llamaron del casino para preguntarle por qué hacía tanto tiempo que no jugaba con ellos, sinceramente les explicó todo. En la primavera de 2011, todos los casinos de Atlantic City estaban en crisis. La razón principal son las consecuencias de la crisis financiera mundial de 2008 y la legalización del negocio del juego en los estados vecinos. Es poco probable que las ganancias de Johnson afecten el panorama general, pero el presidente y director ejecutivo de Tropicana, Mark Giannantonio, quien personalmente aprobó el límite de apuestas de $100,000, fue despedido. La reputación de un hombre surgido de la nada jugó a su favor para el inminente engaño.

“No les hace falta saber cómo o por qué ganas”, Johnson se ha dado cuenta de ello. “Puede que no haya base matemática que lo ratifique, pero saben que a la larga los vas a destrozar y no te quieren ni ver”. Antes de la historia de su gran victoria, Don Johnson era una figura desconocida y, hasta entonces, nunca fue considerado un jugador profesional. Según admitió él mismo, nunca siguió las reglas mejores casinos online que pagan dinero real, ni se basó en otros sistemas complejos de blackjack de los que dependían otros jugadores. Don permanece en las listas negras de casinos de todo el mundo. Se le permite entrar en algunas casas de juego, pero ahora todos le tienen mucho cuidado para asegurarse de que las probabilidades no estén a favor de Johnson.

Además, las condiciones económicas que hicieron posible la hazaña de Johnson eran únicas en ese momento. Sin embargo, los principios de juego hábil y negociación astuta siguen siendo relevantes. Los casinos han invertido en tecnologías avanzadas para detectar y prevenir estrategias similares a las utilizadas por Johnson. Esto incluye sistemas de seguimiento más sofisticados y análisis en tiempo real de las apuestas y patrones de juego. Otro punto de discusión es la responsabilidad de los casinos en esta situación. Algunos argumentan que los casinos, en su afán por atraer jugadores de alto perfil, crearon un entorno que era vulnerable a este tipo de estrategias.

Varios puestos directivos y la patente de un sistema de apuestas desarrollado por una compañía propia le convirtieron en un hombre adinerado. La historia de Don Johnson ha tenido un impacto duradero en la forma en que se juega y se gestiona el blackjack en los casinos. La historia de Johnson ha sido objeto de numerosos artículos, documentales y programas de televisión. Ha inspirado a escritores y cineastas, y ha contribuido a alimentar la fascinación del público por las historias mejores casinos online con dinero real de éxito en los casinos.

No estaba catalogado como un jugador que pudiera suponer algún tipo de peligro. Además, nunca se volvió descarado durante las negociaciones y se contentó con bonificaciones insignificantes. Sin embargo, a finales de los 2000, en plena crisis, los casinos empezaron a caer en la desesperación. Había cada vez menos ballenas, y una sesión fallida de un gran apostador de este tipo podría hacer que el casino obtuviera ganancias a fin de mes.

Sin embargo, después de otra sesión exitosa, perdió su significado. Naturalmente, no es rentable para el casino pagar un reembolso después de cada sesión fallida y hacer la vista gorda a las ganancias. La compensación generalmente se ofrece por una cierta cantidad, por ejemplo, 20% sobre $500,000. Pero para obtenerlo, tendría que perder no solo estos $500,000, sino también toda la ganancia anterior.